SURF, MÁS QUE UN DEPORTE, UNA CULTURA
Todo sobre el deporte que se convirtió en una forma de vivir
Después de un día de surf Después de un día
de surf. Antes que nada, el surf es un deporte. Y no es de los más nuevos, hay
registros de que esta actividad se realizaba hace 500 años en las Islas de
Polinesia; cuando en 1778 James Cook llegó a Hawái el surf ya era practicado
por los nativos desde hacía tiempo, era una actividad común y muy desarrollada.
¿Qué es el Surf?
Es
deslizarse sobre las olas del mar (por eso se practica en las cercanías a las
playas, que es dónde se generan las olas) utilizando como herramienta una
tabla. Así dicho parece algo bastante fácil, pero el surf es lo que comúnmente
se dice un deporte extremo: esfuerzo físico, riesgos de lesión, mucha adrenalina.
A la
hora de “hacer surf”, hay que considerar varias características del deporte y
saber algunas cosas que se aprenden al meterse al agua:
La
tabla: hay muchos tipos de tablas de surf y es conveniente saber cuál es la
mejor para cada uno. Por suerte para todos, ahora hay tablas que están
diseñadas específicamente para los principiantes, con formas que facilitan el
aprendizaje. Pero cuidado con acostumbrarse a estas tablas ya que no servirán
para los movimientos más avanzados.
El
traje de neopreno: gracias a esta prenda el surf pudo empezar a ser practicado
durante la época invernal. Es fabricado con una goma sintética que impide que
el agua llegue a la piel del surfista, y si lo hace, el trajo hace que el calor
corporal mantenga el agua a una temperatura bastante tibia. Hay varios tipos de
trajes de neopreno, lo que hay que considerar principalmente al momento de
elegir uno es la época del año en que será usado.
Las
olas: son el desafío del surf. Cuando uno llega a la playa es bueno mirar el
mar y saber en qué condiciones están las olas del día. Para los que recién
comienzan, es recomendable no intentar subirse a una ola hasta que se maneje
bien el equilibrio arriba de la tabla.
Lo
códigos: como en todo deporte hay un reglamento que respetar en competición.
Pero también hay algunos códigos que no están escritos en ningún lado y que no
hay que olvidar. Por ejemplo, cuando hay buenas olas las playas están llenas de
surfistas y todos van a querer surfear las mejores, pero no pueden hacerlo al
mismo tiempo; siempre hay que mirar a los costados para asegurarse de que
alguien no haya tomado la ola y los locales tienen prioridad. Esto significa
que si van a una playa nueva y hay gente que surfea siempre ahí, tendrá ventaja
para tomar una ola. Para saber más de estos códigos, lo mejor es hablar con
algún surfista de profesión.
SURF |
Algo más que un deporte
Pero
no es sólo eso: el surf es una filosofía de vida. El surfista es una persona a
la que le encanta al sol, la arena y el verano, está muy comprometida con la
naturaleza y seguramente estará a favor de las organizaciones ecológicas. El
surfista tiene una conexión directa con la naturaleza y nunca dejará de
tenerla, aunque deje de practicar el deporte.
En
las décadas de 1950 y 1960, el surf se hizo muy popular, creando todo un
movimiento a su alrededor. Hoy en día esta cultura alrededor del surf, lejos de
ser olvidada, se expande y crece en todo el mundo. Es que está tan inmersa en
la vida diaria que seguramente hay cosas en la vida de todos que nacieron con
el movimiento surfista: música, ropa, juegos, pasatiempos.
En
música se puede destacar lo que se llama surf music y dentro de esta, destacar
el surf rock, que suele tener un tempo muy rápido, con mucha guitarra eléctrica
y en la mayoría de las ocasiones son piezas instrumentales. Entre los artistas
más conocidos está Dick Dale y The Beach Boys. Hoy en día hay grupos que
continúan con este género, como por ejemplo, la banda argentina The Tormentos.
Una manera distinta de vestir
También
hay indumentaria típica del surfista, aunque más de uno crea que se trata más
de un movimiento comercial que de una forma de vestir. Aún así, marcas como Billabong
y Quicksilver están muy involucradas con el deporte hasta el punto de organizar
campeonatos prácticamente mundiales. Además, dentro de sus catálogos hay
vestimenta que en las playas no falta: bermudas, mayas, trajes de neopreno e
inclusive, tablas de surf con los accesorios que uno desee.
Entonces,
con todo lo dicho se pude concluir en que practicar profesionalmente surf
requiere de mucha fuerza de voluntad y resistencia física. Pero también puede
ser un hobbie, una actividad para las vacaciones de verano. Aún así, siempre
hay que tomar muy en cuenta las medidas de seguridad para disfrutar tranquilos
una tarde de ocio, entre las que destacan la necesidad de saber nadar, estar
siempre en una playa en la que haya guardavidas. Además, si uno está aprendiendo
es mejor entrar al agua con el instructor de surf, alejarse de las escolleras y
tener siempre bien atada "la pita" (soga elástica amarrada al tobillo
y al extremo de la tabla para evitar perderla en el mar).
No hay comentarios:
Publicar un comentario