HISTORIA
Se originó hace ya miles de años, por lo que se
ubica dentro de los deportes extremos más antiguos.
El salto era un rito llamado Gkol que consistía en
demostrar que se había pasado de ser niño a un valiente adolescente, y la mejor
forma era lanzándose desde torres de cañas con alturas hasta de 25 metros
llevando una cuerda de vid atada a los tobillos.
MENTALIDAD
La persona
que practique este deporte debe tener un perfil estricto, tiene que contar con
una buena condición física, y principalmente no padecer enfermedades del
corazón y claro no tenerle miedo a las alturas.
EQUIPOS
El equipo que se necesita para realizar el salto
es: un arnés especial, un bumper acolchado para impedir entre lanzamientos y un
conjunto de fijaciones para que la caída sea controlada y el frenado
progresivo.
La cuerda elástica que se usa, resiste hasta una
tonelada de peso y está formada por bastantes tiritas entrelazadas de látex
natural y otros materiales que la hacen muy segura, incluso al roce y
acrobacias en las caídas.
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